¿Quieres conocerlas? A continuación tienes todos los detalles que necesitas saber para distinguirlos.
Diferencias entre préstamo y crédito
Lo primero que tienes que saber es que un préstamo y un crédito son dos tipos distintos de financiación. Con un préstamo se facilita al solicitante toda la cantidad de dinero que pide en una sola vez, mientras que con un crédito, una entidad bancaria pone a disposición de uno de sus clientes una cantidad determinada. Quien la recibe puede utilizar solo una parte de la misma, o toda. También puede no utilizar ese dinero, si no lo necesita.
En caso de utilizar una parte o todo el dinero que el banco pone a su disposición, aceptará las condiciones con las que el banco le concede la cantidad. Tendrá que devolverla en el plazo indicado, pagando los intereses fijados.
Los intereses, en un préstamo, se cobran sobre toda la cantidad prestada. Además, cuando queda amortizado el capital conseguido tras pagar sus cuotas ya no es posible conseguir más. A no ser, claro, que solicites otro préstamo.
El crédito es un formato de financiación más flexible que el préstamo. Como hemos mencionado, se puede acceder a toda la cantidad de dinero que te preste la entidad, o solo a una parte. La entidad fija un tope de dinero para quien vaya a recibir el préstamo, y este va tomando de ella lo que necesite, y cuando lo precise. Eso sí, sus intereses suelen ser más elevados que los que se aplican en los préstamos.
En caso de que solo se utilice una parte de la cantidad que el banco ha dispuesto, solo se pagarán intereses por dicha parte. Eso sí, es aconsejable revisar las condiciones del crédito, porque puede que haya una comisión mínima aplicable sobre la cantidad de dinero que no se utiliza. Pero si, por ejemplo, una vez devuelta la cantidad prestada a través de un crédito, quien lo necesita más dinero, puede coger más cantidad de los fondos que el banco dispuso en ese crédito. Siempre y cuando no supere el máximo que está establecido.
Los préstamos suelen tener varios años de vigencia, mientras que los créditos suelen renovarse cada año. De esta manera, los clientes de la entidad que presta el dinero pueden seguir utilizando esta modalidad de financiación.
Para conseguir un crédito suele recurrirse a tarjetas de crédito o líneas de crédito. Suele llevarse a cabo con base en una cuenta bancaria en la que se pueden ingresar y retirar fondos hasta un límite determinado. También lo pueden conceder entidades especializadas en la concesión de créditos. En estos casos suelen utilizarse para solicitar microcréditos rápidos para distintos fines. Por ejemplo afrontar gastos imprevistos o cubrir etapas de falta de liquidez.
En cuanto a los préstamos, se conceden en su mayoría en entidades bancarias, y la cantidad que se solicita en ellos se usa generalmente para financiar una compra de un valor elevado.
Estas son las principales diferencias entre préstamo y crédito. Conocerlas te permitirá saber qué tipo de modalidad de financiación puedes escoger en función de cuánto dinero necesites o de para qué lo quieras utilizar. También de si necesitas liquidez en un momento puntual por un imprevisto o si lo que necesitas es financiar, por ejemplo, una operación de compra de una vivienda. ¡Elige la opción que más te convenga!