¿Agua? ¿Café? ¿Zumo? ¿Agua con gas? ¿Cuál es la mejor forma de hidratarse? La hidratación forma parte de unos hábitos de vida diarios saludables y es fundamental para prevenir la deshidratación Click aquí. Sin duda, durante las últimas semanas en España el calor nos ha animado a disfrutar de unas bebidas refrescantes. Sin embargo, debemos permanecer atentos a la hora de tomar nuestras decisiones. Aunque muchas bebidas sacian la sed y son agradables al gusto, pueden contener grandes cantidades de azúcar.
¿Deberías beber 8 vasos de agua al día para mantenerte bien hidratado?
Esta creencia popular no es del todo correcta. De hecho, la cantidad de líquido que necesita cada día depende de su edad, sexo y nivel de actividad física. El clima cálido y húmedo también podría aumentar sus necesidades. Aunque el agua debería constituir la mayor parte, la leche, las bebidas vegetales, el té, las infusiones y el café están incluidos en la cantidad recomendada de líquido al día. Se recomienda beber entre 9 tazas (mujer) y 12 tazas (hombre) de líquido todos los días, aunque limitando el consumo de zumos de frutas (100% puros o no) y bebidas azucaradas (refrescos, tés helados), aguas vitaminadas. o bebidas energéticas).
¿Prefieres agua carbonatada?
Esta última es una buena forma de hidratarse. Además, las aguas carbonatadas pueden satisfacer nuestro antojo de gaseosas y, por lo tanto, son un excelente sustituto de las bebidas gaseosas cargadas de azúcar. Por otro lado, no debemos olvidar que el agua carbonatada contiene dióxido de carbono, lo que puede provocar molestias en personas con problemas digestivos (gases, hinchazón, reflujo gástrico) o en quienes padecen síndrome del intestino irritable. En cuanto a la cafeína, intenta limitar su consumo a 3 tazas al día u opta por bebidas descafeinadas.
¿Por qué es importante la hidratación?
Los líquidos son esenciales para muchas funciones corporales. Los líquidos ayudan a regular nuestra presión arterial, ajustar nuestra temperatura corporal y son esenciales para reducir el riesgo de deshidratación y golpe de calor. La deshidratación puede afectar a todos los adultos, pero los adultos mayores corren un mayor riesgo. Por tanto, es muy importante permanecer alerta. La deshidratación en los adultos mayores puede provocar mareos, desmayos y presión arterial baja, lo que podría provocar caídas. Cuando percibimos sed, nuestro cuerpo nos envía la señal de una ligera deshidratación. Por tanto, es posible deshidratarse mucho antes de que aparezcan otros signos. Por lo tanto, preste atención a las señales de sed, así como a los síntomas de deshidratación, y no dude en beber tan pronto como sienta la necesidad.
Algunos síntomas de deshidratación: Sediento, Cansado, Irritabilidad, Dolor de cabeza, Calambres musculares, Presión arterial baja y aumento del ritmo cardíaco, Orina concentrada (color amarillo oscuro y olor fuerte), Sequedad de lengua, boca y piel. Mareos y desmayos.
Consejos a granel para aumentar su consumo de agua
Llena tu botella de agua antes de salir de casa y mantenla siempre cerca de ti, en tu coche, en la oficina, durante tu tiempo libre y en cualquier otro lugar. Descubre diferentes formas de beber agua: agua del grifo, agua de manantial, agua carbonatada o agua aromatizada. Beber regularmente durante todo el día. Toma pequeños sorbos de agua durante tus comidas y meriendas. Guarde una jarra de agua fría en el frigorífico. Dale sabor al agua añadiendo fruta (por ejemplo, rodajas de limón, lima o naranja), hierbas (albahaca o menta) o incluso unas rodajas de pepino: puedes preparar una gran cantidad y guardarla en una jarra en el frigorífico. Agregue fruta congelada (arándanos, frambuesas o duraznos) para reemplazar los cubitos de hielo. mChupar cubitos de hielo. Recuerda, el agua sigue siendo la mejor manera de mantenerse hidratado durante todo el año, y especialmente durante la temporada de verano. El agua es la forma más eficaz y económica de saciar la sed y prevenir la deshidratación. Aunque otras bebidas como la leche, el té, el café y el jugo cuentan para tu ingesta diaria de líquidos, intenta optar por agua con la mayor frecuencia posible. Presta atención a las señales de sed y a los síntomas de deshidratación y, sobre todo, recuerda beber más agua en climas más cálidos o durante la actividad física.