Incluso sin proponérnoslo, una de las funciones que más usamos en nuestros dispositivos móviles es el de la localización. Los motivos son variados, desde orientarnos en una zona que desconocemos hasta añadir etiquetas de localización en las imágenes que subimos a redes sociales. Además de ayudar a cada usuario de forma individual de acuerdo con sus necesidades, esta información se utiliza para analizar patrones espaciales y temporales de un espacio geográfico concreto.
Las aplicaciones de la tecnología geoespacial son diversas, como dar direcciones al usuario cuando se conduce, el monitoreo forestal, etc., convirtiéndose en una tecnología muy importante a día de hoy.
¿Qué es el SIG móvil?
El SIG en dispositivos móviles es parecido y tiene una clara relación tanto con el SIG en otras plataformas, como ordenadores de escritorio o páginas web. Desde el punto de vista de los SIG, las funciones principales son 2: el acceso inalámbrico a Internet y la ubicación del dispositivo. El acceso a Internet puede utilizarse para obtener mapas e información geográfica de un servidor determinado o para enviar datos. Por su parte, la posición del dispositivo móvil suele saberse gracias al receptor GPS que incorporan la mayoría de los teléfonos móviles y sirve para poder determinar en qué punto de esos mapas mencionados anteriormente se encuentra.
Aunque es posible geolocalizar un dispositivo de otras formas, por ejemplo, mediante triangulaciones basadas en los puntos de acceso de la red telefónica, lo cierto es que el SIG ofrece funciones extra. Puede utilizarse para facilitar y hacer más eficiente la adquisición de datos, ya que no es necesario introducir los datos manualmente, también dispone de información adicional sobre el contexto en el que se está ejecutando (posición, dirección del movimiento, velocidad…).
¿Qué hace que sea tan eficaz?
El concepto resume bastante bien lo que se espera de un SIG móvil: un SIG accesible sobre el terreno. Esto no es tan fácil como coger otro SIG ya existente y envolverlo en una app móvil, requiere de un trabajo de adaptación adecuado al propósito que se persigue.
La mayoría de las empresas proveedoras de software entienden el SIG móvil como algo parecido a lo descrito anteriormente y afirman que no es posible cumplir esa promesa tan ansiada de conectar la oficina y el campo. En realidad, su portabilidad no es la única ventaja del SIG móvil. Entre las características típicas del SIG móvil aparecen, entre otras, la independencia de su sistema de registro; un ecosistema tecnológico mucho más interconectado; una recopilación de datos más sencilla, pero igualmente potente o una visualización de los datos más intuitiva.
Un detalle a tener en cuenta es que los usuarios sobre el terreno no son especialistas en SIG y no deberían tener que serlo. La idea principal es que el SIG móvil debe ser fácil de usar de tal modo que funcione incluso si dichos usuarios no saben lo que es SIG.
¿Por qué es tan importante el SIG móvil?
Su uso en diversas apps para distintas disciplinas y sectores hacen del SIG móvil un aliado en la mejora de la productividad, la reducción de los costes y el acortamiento de los plazos de finalización de ciertos proyectos. Provee a los usuarios en el campo de una adquisición, edición y verificación de datos mucho más sencilla y, al mismo tiempo, potente.
Hacer que la tecnología sea fácil y natural de usar potenciará la existencia de nuevas comunidades de usuarios, aumentando así el valor del software y las bases de datos que hagan un buen uso de esta tecnología, tanto en el sector público como en el privado.
El continuo desarrollo de las tecnologías de la información y del aumento de la inversión en este campo harán que el SIG móvil se convierta en una tecnología predominante respecto a las aplicaciones SIG clásicas, aumentando así su gran popularidad actual.