Si eres autónomo o tienes una pequeña empresa, es más que probable que en algún momento tengas que hacer una solicitud de préstamo para una necesidad, ya sea impulsando la empresa, lanzando un nuevo artículo, comprando un local o propiedad industrial o comercial, o emprender en el extranjero.
Sin embargo, obtener esta financiación a veces llega a ser un camino difícil: según el X informe «La financiación de las pymes en España» elaborado por Cesgar, el 18,3% de las pymes afirmó que una de las barreras más importantes para obtener financiación eran los servicios solicitados.
La falta de garantías, en particular la ausencia de avales, se percibe como un obstáculo.
La exigencia de garantías es mayor en las empresas creativas y exportadoras, así como en las empresas jóvenes, pero los negocios que utilizan la financiación hoy en día, no es lo regular, dado que los bancos y las autoridades públicas también exigen garantías cuando renegocian los préstamos.
Por lo tanto, el apoyo de un avalista es la forma más eficaz de acceder a préstamos para coches y líneas de crédito en mejores condiciones.
¿Qué es un avalista?
Un avalista es una persona física o jurídica que actúa como fiador, para asegurar el cumplimiento de los compromisos financieros gestionados por el avalado.
A través de un aval, el avalista declara que quiere comprometerse con pagar el crédito que el avalado está consiguiendo, normalmente con el pago de una suma de dinero detallada.
La Figura legal de avalistas es asombrosamente grande. Entre ellas, suelen ser las entidades financieras, las compañías de seguros o las sociedades de garantía general, las que se encargan de avalar a las empresas pequeñas e independientes, mientras que suelen ser las personas reales, totalmente naturales, con solvencia y ganancias estables.
También hay que aclarar que, aunque los avalistas suelen garantizar la liquidación de los fondos, pueden garantizar el cumplimiento de otras responsabilidades diversas, cuando los autónomos o las PYMES se presentan a licitaciones, subastas públicas o ejecución de obras. En estas circunstancias, es necesario autorizar una garantía técnica.
¿Cuáles son las libertades y obligaciones civiles del avalista?
La principal obligación del avalista es satisfacer los compromisos adquiridos por el avalado con terceros. Si el avalado incumple, no respeta las cuestiones del acuerdo o no proporciona la reparación acordada, el avalista debe asumir definitivamente las tasas financieras.
De hecho, el Código Civil indica que su responsabilidad sólo cesa cuando el avalista paga la financiación o rescinde correctamente la solución que había obtenido, señalando que «las obligaciones del avalista se extinguen al mismo tiempo que las del prestatario».
Si el avalado incumple su compromiso, el avalista puede ofrecer una garantía. Para ello, el avalista debe aportar una garantía, junto con la documentación que confirme el incumplimiento de las obligaciones del avalado principal.
Como norma básica, la propia garantía define las cuestiones para su ejecución. Esta es una información importante para el avalista. Esto se debe a que la garantía inicial de necesidad no requiere que el garante confirme que no ha cumplido realmente sus obligaciones, sino que requiere que el garante, si lo solicita el beneficiario, resuelva la cuestión con certeza.
El avalista puede proteger su derecho legal a probar y aclarar que el deudor principal ha pagado o cumplido efectivamente sus obligaciones.
Por lo general, un avalista puede ampararse en tres derechos básicos.
- El prestamista se compromete a tratar con el deudor en primer lugar, para asegurarse de que cualquier responsabilidad financiera o daño es absolutamente declarado en primer lugar por el prestatario.
- La oportunidad de discutir los activos del prestatario que pueden hacer frente a las obligaciones financieras adquiridas, para asegurarse de que son necesarias para cumplir con las responsabilidades contratadas.
- En situaciones en las que hay garantes adicionales, para dividir la obligación financiera entre los distintos números que deben pagar.
Las deudas pueden ser una enorme carga financiera, pero no es imposible salir de ellas. Hay algunas opciones disponibles para usted, incluyendo el alivio de la deuda y la ley segunda oportunidad deudas. Si está decidido a salir de su deuda, estas son las opciones que pueden ser mejores para usted.